En una nueva escalada de la guerra comercial entre China y EE.UU., las exportaciones del gigante asiático al país norteamericano podrían enfrentar un nuevo arancel del 245 %, comunicó este martes la Casa Blanca.
La Administración del presidente Donald Trump informó que la medida se tomó en respuesta a las represalias de Pekín frente a las tarifas previas. La semana pasada, China suspendió las exportaciones de un amplio abanico de minerales raros e imanes, un componente esencial para empresas del sector automotriz, aeroespacial, fabricantes de semiconductores y contratistas militares, no solo de EE.UU. sino de todo el mundo.
El mismo líder estadounidense admitió que una «dependencia excesiva» de minerales críticos extranjeros y sus productos derivados podría poner en peligro las capacidades de defensa del país norteamericano, el desarrollo de infraestructura y la innovación tecnológica.
«Estados Unidos sigue dependiendo en gran medida de fuentes extranjeras, en particular de naciones adversarias, para obtener estos materiales esenciales, lo que expone la economía y el sector de defensa a interrupciones en la cadena de suministro y a coerción económica», reconoció la Casa Blanca.
El 2 de abril, Trump decretó aranceles recíprocos masivos a los socios comerciales de EE.UU., con China (54 %) entre los países con gravámenes más altos.
En respuesta, el Gobierno chino anunció que impondría a partir del 10 de abril tasas adicionales de 34 % a todas las importaciones desde EE.UU. A su vez, Washington volvió a subir las tarifas al gigante asiático.
En la actualidad, los aranceles de China a los productos de EE.UU. son de 125 %, y los de EE.UU. a China, de 145 %.
En este contexto, Trump declaró que China debería, siguiendo el ejemplo de otros países que se han puesto en contacto con Washington con respecto al tema, llegar a un acuerdo con EE.UU., pero simplemente no sabe cómo hacerlo.