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Gremio audiovisual venezolano de luto por la muerte de Maite Galán

Ayer la gran familia del cine venezolano sufrió la lamentable pérdida de uno de sus más entrañables integrantes, la muy querida María Teresa Galán, conocida cariñosamente por todo el gremio audiovisual como Maite, una enamorada y aliada a ultranza del séptimo arte venezolano, una especie de hada madrina que a lo largo de su vida jugó diferentes roles, desde actriz en largometrajes emblemáticos, hasta realizadora en formato Súper 8, pasando por productora, promotora, coordinadora, investigadora y mucho más.

“Se fue tranquila”, nos consoló ayer su hermana de sangre y compañera de vida, Pily Galán. Maite ya le había ganado a la muerte cuando logró salir victoriosa de una fuerte batalla contra el cáncer. Gracias a eso se quedó unos años más con nosotros, para sumar otros momentos inolvidables, conocer otras de sus anécdotas sorprendentes, reír juntos y comernos sus cotufas en los estrenos de nuestras películas venezolanas.

Por supuesto, ese “tiempo extra” también lo aprovechó para continuar su trabajo en favor del séptimo arte, hasta enero de este año cuando volvió el monstruo a cobrar venganza. Al menos la dejó cumplir sus 77 años el pasado jueves 3 de abril. Sus restos serán velados hoy en la funeraria Los Robles, de la Av. Andrés Bello, en Caracas

Cuando era necesario cargar cables, Maite cargaba cables, cuando se necesitaba una asistente para una celebridad internacional invitada a algún festival, ella también estaba ahí, preparada incluso para torear las impertinencias de cualquier divo. Y todo lo hacía con la mejor disposición y cariño, en función de sacar a la familia del cine venezolano adelante.

Todo ese esfuerzo fue reconocido con el Premio Nacional de Cultura, mención cine, por supuesto, en el período 2016-2018. Formó parte del gran equipo que alumbró al canal de televisión educativa, Colombeia; trabajó y se jubiló de la productora estatal Villa del Cine; también formó parte del talento humano de la Cinemateca Nacional, institución a la que asesoró al igual que a la distribuidora, también del Estado Amazonia Films; integró el grupo de producción que llevó adelante varias ediciones del Festival de Cine Latinoamericano y Caribeño de Margarita y colaboró de diferentes maneras con múltiples festivales que se realizan a lo largo y ancho del país.

Uno de los más lindos homenajes que se le hicieron en vida fue ponerle su nombre al premio principal del Festival Entre Largos y Cortos de Oriente (ELCO)

Quizá su principal legado para el cine venezolano es la revista Visor, un pormenorizado, detallado y minucioso registro de la realización cinematográfica nacional que recoge detalles de la producción cinematográfica venezolana desde 1897, un esfuerzo de casi 50 años desde que fue publicado por primera vez en 1976, por el cineasta español Fernando Campos junto a Maite Galán, responsable de mantener este importante trabajo desde la edición número cuatro hasta nuestros días.

Maite es una de esas figuras que siempre esperábamos ver y abrazar en cualquiera de los formatos de encuentro en torno al cine veneolano. Era también una guía para nosotros en el ejercicio del periodismo cultural, porque siempre estaba muy enterada de cualquier rodaje en ciernes o en desarrollo, de cada estreno por venir, de cada premio y festival… ¡Te vamos a echar mucho de menos!

T/Luis Jesús González Cova
F/Archivo CO

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